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David Roca: El TPP a Referendum

Publicado: 2015-07-17


El Perú, junto a otros 11 países, se encuentra enfrascado en negociaciones para un acuerdo comercial denominado Acuerdo De Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), donde se amplían los tratados de libre comercio ya activos con varios de esos países – como Estados Unidos – y se agregan otros cinco más.

Las negociaciones sobre este tratado, a pesar de lo que afirma una amodorrada página que el MINCETUR despliega, son totalmente secretas. La misma página del MINCETUR se contradice: “Los textos se encontrarán disponibles de manera inmediata después del cierre de las negociaciones.” A confesión de parte, relevo de pruebas.

Si no fuera por Julian Assange y su Wikileaks – héroe moderno como pocos – no sabríamos que las posibles mermas a nuestros derechos colectivos e individuales pueden obstaculizar el acceso a medicamentos ampliando patentes y encareciéndolos, pueden reprimir nuestra posibilidad de acceder a muchas creaciones culturales, generar obstáculos a los derechos de los consumidores en beneficio de las trasnacionales, limitar las posibilidades ahora abiertas al acceso a productos que se distribuyen en internet, proteger la inversión extranjera otorgando mayores derechos a los inversionistas extranjeros que a los nacionales. Asimismo, profundizaría la desregulación de los servicios financieros, la privatización de los servicios públicos, agudizaría el debilitamiento de las cautelas ambientales que facilitarían la depredación de las fuentes de vida para saquear materias primas, amenazaría la producción nacional de alimentos invadida por productos y semillas ajenos – con el consiguiente daño al entorno y la seguridad alimentaria. No hay que agregar que ello significa proseguir con la agresión a comunidades campesinas e indígenas, lo que ya es política oficial.

El TPP, por otro lado, cuestiona la viabilidad de los procesos de integración regional con los países vecinos que, bien encaminados, son un soporte mucho más sólido para avanzar en procesos sustentables de desarrollo, debido a razones naturales de complementariedad ecológica y obvias posibilidades comunicacionales.

Los antecedentes sobre estos tratados de libre comercio no son los mejores. La reciente noticia de un 40% de empresarios textileros de Gamarra en quiebra por causa del TLC con China – país al que se le permite vendernos productos con dumping (subsidiados) y donde se abarata terriblemente a la mano de obra – no permite tener confianza en que las élites dirigenciales peruanas vayan a negociar algo favorable para todos.

Con esos TLC seguimos siendo país exportador de materias primas y ávidos compradores de productos manufacturados y producción intelectual ajena. Y sin embargo, se insiste en describir estos acuerdos como ventajosos. Assange dice que “es un error pensar que el TPP es un solo tratado. En realidad son tres mega-tratados conjuntos: el TiSA (un tratado de comercio de servicios entre 24 países), el TPP y el TTIP (con la Unión Europea), que constituyen estratégicamente un gran tratado unificado, dividiendo el mundo entre este y oeste. Este ‘Gran Tratado’ es descrito por el Pentágono como el núcleo económico del plan de los militares de Estados Unidos para confrontar a Asia. (…) y se elabora con completo secretismo, porque junto a sus no debatidas ambiciones estratégicas, pone también en marcha una agresiva y nueva forma de corporativismo transnacional con muy poco apoyo entre las poblaciones.”

La deuda que hemos adquirido con la repugnante empresa Doe Run, que, a pesar de contaminar y matar, nos gana un juicio en tribunales extranjeros a los que nos hemos debido someter gracias al TLC firmado con Estados Unidos, da una medida de lo que significan estos tratados.

Con el TPP habría incluso más pérdida de soberanía, y el peligro de mayor sometimiento a las trasnacionales, que – y esto hay que decirlo – ellas sí tienen acceso a lo que se discute y dan sus puntos de vista (en beneficio propio, claro).

Es hora de asumir lo que hemos aprendido del ejemplo griego. Ante la presión de organismos externos poderosos, el gobierno de Grecia apeló a su población y esta ha fortalecido la posición de sus dirigentes patriotas. Nosotros, sin dirigentes patriotas, debemos presionar movilizándonos para lograr que nos consulten sobre ese acuerdo, mediante un referéndum. Es hora de decir con voz potente que no puede haber firma del TPP sin aprobación de la población, debidamente informada. Y que el pueblo decida.

(Artículo publicado en la revista “Hildebrandt en sus trece” N° 258, del 10 de julio de 2015)


Escrito por

Movimiento Tierra y Libertad

Tierra y Libertad es un nuevo movimiento político de izquierda, ambientalista, pacifista y demócrata radical


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